No necesariamente tiene que ser una etapa conflictiva o crítica, pero sí se va a caracterizar por el desarrollo y los cambios, tanto físicos como psicológicos. Y, como consecuencia, por la necesidad de desarrollar nuevas estrategias para adaptarse a todos estos cambios.
Con frecuencia aparecen en esta edad los principales conflictos psicológicos: dificultad para aceptar la propia imagen; problemas en la esfera familiar y en las relaciones interpersonales; falta de orientación académica o profesional; inadaptación social; consumo de sustancias inapropiadas, etc.
Será fundamental orientar y asesorar al adolescente y a sus familiares, y prevenir trastornos de frecuente aparición en la adolescencia, como pueden ser los siguientes: conflictos en la familia; problemas con los resultados académicos; imagen social y habilidades sociales; trastornos de depresión y ansiedad; trastornos del comportamiento; inadaptación social; trastornos de la conducta alimentaria, etc.