Forma parte del trabajo del psicólogo clínico abordar la evaluación y el tratamiento de los problemas psicológicos del niño y los trastornos de la conducta que pueden presentarse a lo largo de su evolución.
Es necesario analizar el contexto familiar, la situación del niño y su adaptación en el centro escolar, así como examinar acontecimientos vitales en la vida del niño como, por ejemplo, cambios bruscos en sus rutinas, pérdida de familiares, procesos de adopción, problemas de separación en el contexto familiar, etc.
Durante el primer año de vida son frecuentes los problemas derivados de la alimentación y el sueño, así como dificultades con el cuidado físico y afectivo.
En la etapa preescolar, entre el año y los seis años, son frecuentes los problemas relacionados con el control de esfínteres, miedos y ansiedad, así como problemas de conductas (rabietas, conductas oposicionistas), trastornos por déficit de atención, trastornos del desarrollo...
De los siete a los doce años, la etapa escolar, puede haber trastornos de adaptación al medio escolar, a su grupo de iguales, de rendimiento escolar, problemas de aprendizaje, atención y trastornos de conductas, así como problemas con el estado de ánimo y ansiedad.